El cuidado de un bebé puede resultar difícil sobretodo cuando se trata del primer hijo de una pareja, en especial la labor de la higiene. Puede ser muy agotador responsabilizarse de las necesidades de un recién nacido, pero con un poco de práctica estas tareas se vuelven más fáciles y cómodas tanto para los padres como para el bebé.
Lavado y baño
A menos que tu bebé disfrute particularmente, no hay necesidad de bañar a un niño todos los días. Es idóneo hacerlo cada dos días, ya que proporciona el momento ideal para pasar un tiempo de calidad padre o madre e hijo. La piel de un bebé tiende a ser seca y sensible, y debe secarse con un paño suave. Los primeros meses de vida, los jabones, champúes y talcos no son necesarios.
Cuidado del ombligo
Durante la primera semana, hasta que se hayan caído los restos del cordón umbilical, se debe limpiar la zona al menos una vez al día o dos veces para evitar que se vuelva irritada e infectada.
Utilizando agua tibia limpia y algunos trozos de algodón o de gasa, limpia suavemente la zona y tira el algodón, repite esto hasta que se hayan suavizado las costras o caído. Usando algodón seco de un solo uso, repite hasta que el zona esté seca. Cualquier zona de sangrado, enrojecimiento excesivo y pus debe ser informado a su pediatra ya que puede haber sido infectado.
Cambio de pañales
Los bebés necesitan que les cambien el pañal con frecuencia después de orinar, defecar o ambos. Para evitar que la piel se enrojezca, los pañales sucios deben de tirarse y reemplazados cuando sea necesario.
Antes de cambiar un pañal, asegúrate de que todo lo que te haga falta esté a mano. A menudo durante las primeras semanas, la piel de un recién nacido puede ser demasiado sensible para requerir el uso de toallitas para bebés, por lo que un tazón de agua caliente y un poco de algodón puede ser más útil (esto también es mejor para el medio ambiente). Es importante, especialmente cuando se limpia a las niñas, que un movimiento de “adelante hacia atrás” se utiliza para prevenir la infección en la vejiga.
Cuidar de un bebé puede ser un trabajo muy duro, pero si el cuidado y la atención se dan de manera correcta , muchas infecciones se pueden prevenir permitiendo un bebé más feliz y saludable y a su vez, un padre más feliz.