Los juegos de Rubik ayudan al desarrollo del niño

Los juegos instintivos y fáciles de manejar y entender para los niños les ayudan a desarrollar su capacidad de creatividad, su destreza manual y su concentración. Este es el caso de los diferentes juegos de Rubik que resultan muy atractivos por sus colores y fácil manejo.

La serpiente de Rubik y el juego en el niño

El juego en el niño es vital para su desarrollo. Favorece la expresión y la comunicación ampliando su pensamiento y dándole una sensación de logro. El juego favorece la espontaneidad y sobre todo es una buena forma de aprender a vivir.

Un juego simple y muy educativo que favorece lo anteriormente dicho es la Serpiente de Rubik que fue inventada en la década de los ochenta por el mismo creador que el Cubo de Rubik, Ernö Rubik.

La Serpiente de Rubik sigue gustando a los niños después de décadas de existencia. Es un juguete muy simple compuesto por 24 prismas que se mueven y giran. Con la Serpiente de Rubik, los niños pueden crear multitud de formas diferentes, unas muy simples y otras, bastante complicadas.

Moviendo esta serie de prismas se pueden conseguir figuras sencillas que estimulan la imaginación y la destreza manual del niño: un aro, una pelota o un cuadrado, entre muchas otras.

Cuando los niños ya adquieren cierta destreza manual y prestan atención a los secretos de sus movimientos, entonces pueden realizar verdaderas figuras curiosas como un perro, una pelota o una flor.

Este juego estimula la atención y concentración ya que siempre se necesitan una serie de movimientos iguales para crear una forma determinada. Pero también ayuda a reforzar la imaginación creando figuras abstractas.

La serpiente de Rubik es un juego muy educativo ya que no fomenta la competitividad, ni la victoria o la derrota.

El Cubo de Rubik

Otro de los juegos educativos que engancha a los niños es el Cubo de Rubik. Este juego también fue inventado por el profesor de arquitectura Ernö Rubik. El Cubo de Rubik es un rompecabezas tridimensional. Muchos adeptos a este juego lo llamaron “Cubo Mágico”.

El Cubo de Rubik tiene seis caras, una de cada color: blanco, verde, rojo, naranja, azul y amarillo. Gracias a su mecanismo interior estas caras se pueden girar de forma que todos los colores se mezclen.

Para comenzar a resolver este rompecabezas hay que ir colocando las caras del mismo color. Por eso, requiere mucha destreza manual y sobre todo mucha capacidad de atención y retención en la memoria de todos los de movimientos.

El cubo de Rubik está resuelto completamente cuando todas las caras del mismo tienen el mismo color.

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