El baño, junto con la cocina, es uno de los lugares más peligrosos para los más pequeños y donde hay que aportar una protección infantil extra para evitar accidentes que puedan dañar a tu pequeño.
Seguridad infantil en el baño
Si tienes niños, los baños se convierten en una isla del tesoro. Hay cajones, botones, enchufes, botes bonitos, la “pistola” de aire caliente de mamá, las maravillas de los grifos que sacan agua… Y muchas más cosas. Pero, también, un peligro latente para los niños.
Resbalones, caídas, quemaduras, abrasiones y muchos más son los resultados de que los niños entren en un baño sin protección. Por eso, hoy vamos a explicarte cuáles son las medidas de seguridad infantil en el baño.
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Procura no dejar las cosas peligrosas al alcance de los más pequeños. En este caso, debes dejar un baño que no sea atractivo para ellos, controlando las puertas y cajones con sistema de seguridad para que no puedan abrirlos.
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Instala un control de temperatura en los grifos para evitar que se quemen. Normalmente se darán cuenta de que el agua está caliente pero mejor protegerle antes de que pueda hacerse daño.
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Mantén el suelo lo más seco posible. Ya no es un peligro sólo para los niños, también para los adultos, y más si van con el niño en brazos porque pueden perder el equilibrio y hacerse daño ellos, o al pequeño.
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Coloca alfombras adherentes en la ducha y bañera para que no se resbale nadie. Lo mismo podríamos decir con algunas agarraderas para que puedas utilizarlas en caso de que pierdas el equilibrio o como apoyo para los pequeños a la salida o entrada de la bañera, sobre todo.
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Elige muebles que tengan bordes redondeados, no de picos. Esto evitará un mal mayor en caso de que los pequeños se golpeen con ellos. Lo mismo en el caso de sanitarios, que sean siempre redondeados.
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No dejes nunca al niño solo en el baño. En caso de que tengas que hacer otra cosa, procura cerrar la puerta de los baños e impedir que entren solos, más si son muy pequeños.