Contenido inadecuado en Internet para menores

Internet es una herramienta educativa que en la actualidad facilita gran cantidad de información y contenidos en el proceso de aprendizaje de los niños. Sin embargo, también puede constituir un arma de doble filo, ya que a pesar de ser una fuente de conocimientos y facilitar la interacción social entre los niños, también entraña el riesgo de que el menor pueda ser contactado por alguna persona que tenga malas intenciones y pueda poner en peligro su integridad física o mental.

Discernir que tipo de contenidos pueden ser perjudiciales e incluso peligrosos para los niños no es una tarea fácil. Ellos mismos no son conscientes a veces de los riesgos que conlleva visitar una determinada página de contenido adulto, y es por eso que padres y profesores han de estar alerta ante cualquier tipo de movimiento sospechoso. Entre los peligros que pueden acechar a los pequeños, principalmente nos encontramos con el abuso y acoso por parte de ciertos adultos que, utilizando falsas identidades, intentan citarse con los pequeños para llevar a cabo sus propósitos deshonestos. Al ser los niños más ingenuos, suele ser más común que faciliten información personal tanto de ellos como de su familia, y así es más fácil contactarlos y localizarlos.

A parte de todo esto, los contenidos a los que tienen acceso los menores pueden ser de diversa índole si consideramos los propiamente dichos inadecuados: violencia, sexo, drogas, sectas, asociaciones ilícitas e incluso que pueden poner en peligro sus vidas (paginas de anorexia y bulimia), así como las llamadas páginas de muerte, que incitan al suicidio a niños y adolescentes. De hecho, en los últimos años, la estadística de suicidios infantiles se ha acrecentado enormemente debido a la proliferación online de páginas de carácter suicida y violento, que animan a “jugar” a los pequeños realizando prácticas mortales, como ahorcarse o cortarse las venas. Estos casos extremos muchas veces son la consecuencia de un total desentendimiento hacia los niños, ya que en muchos casos el nivel de vida actual exige que ambos padres trabajen, por lo que el chaval pasa muchas horas solo en casa y es donde recurre a Internet como fuente de interacción social, lo cual a veces deriva en relaciones poco recomendables.

Además, muchas páginas web se sirven de anuncios online o banners que, con el pretexto de ser publicidad, pretenden introducir al niño en alguna sala de chat o foro, cuando lo que en realidad están haciendo es conducirlos a alguna página pornográfica que además contiene virus y espías que hacen acopio de cualquier información que el niño haya facilitado. Por lo tanto, lo que siempre hay que hacer ante las páginas inadecuadas es en primer lugar, facilitar al niño la información necesaria para que sea consciente de cuándo es apropiado visitar una página y cuando no, y seguidamente instalar en el ordenador algún tipo de control parental que permita bloquear las páginas de contenido dudoso. De esta forma, podremos estar seguros de que, aunque nosotros no estemos delante de la pantalla, el niño está navegando por webs con contenidos adecuados a su edad.

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